El Colegio de Abogados de Mar del Plata distinguió este lunes a quienes cumplieron 30 y 50 años en el Derecho. Recibieron diplomas y el aplauso y reconocimiento de sus pares. César Simón Cazakin, con medio siglo de vida entre su estudio y los tribunales, alentó a atender los procesos de cambio. La voz de la experiencia de quienes marcaron el camino y dejan un mensaje para un futuro mejor de la profesión.
En una ceremonia que es ya una tradición en cada celebración del Día del Abogado, se entregaron distinciones a los colegas que cumplieron 50 y 30 años en el ejercicio del Derecho.
Familiares y amigos acompañaron a los homenajeados en esta ceremonia que se desarrolló en el Teatro Colón y que sirvió para que los propios protagonistas destacaran el orgullo que les significa la profesión elegida y desempeñada durante décadas. El acto estuvo amenizado por la participación artística del colega y cantante lírico Guillermo Fertitta.
Se entregaron reconocimientos a los doctores César Simón Cazakin, Leopoldo Díaz Cano, Arturo Letamendía, Norma Dematteis Canosa, María Murgier y Walter Nofal por su medio siglo como abogados. El primero, en nombre de sus pares, acercó un discurso en el que relató historias de sus primeros años en esta actividad y la misión a seguir desde el mismo momento en que se recibía el diploma y el carnet habilitante.
“En algunos tiempos hay más carpetas, en otras menos, pero lo importante es nunca bajar los brazos”, dijo Cazakin al resaltar esa aspiración central de cada profesional: el trabajo.
Cabanzik, que egresó el 28 de agosto de 1961, recordó con orgullo las palabras orientadoras de Camilo Ricci, por entonces presidente del Colegio de Abogados, al tomarle juramento. “Tengo la convicción de haberlo honrado”, aseguró.
A sus colegas y en especial a los más jóvenes les dejó un mensaje frente a los nuevos cambios. Pidió que atiendan la transformación permanente del Derecho: “Si no se va tras esos pasos, se será cada día menos abogado”, dijo.
En similar cuestión puntualizó el doctor Adalberto Carlos Gargaglione, que habló en representación de los abogados que cumplieron 30 años de ejercicio profesional. Habló de nuevos desafíos y cambios de paradigmas. Puso como ejemplo la aparición de nuevas formas de contratación, pero también cambios sociales como la conformación de nuevos tipos de familias derivadas de la cuestión de género, orientación sexual, matrimonio igualitario y padres homosexuales. Otro tanto con la inseguridad y, también, lo que señaló como cierta “preminencia de la justicia mediática por sobre la real“.
Por eso, insistió, la capacitación y perfeccionamiento se vuelven fundamentales. Y aclaró que en tal sentid, todo lo que aporte la ciencia “no será suficiente si se pierde de vista lo esencial: el respeto por las personas que de algún modo se somenten a la justicia, la ética personal y la honestidad intelectual en el ejercicio de la profesión“.
El Colegio de Abogados de Mar del Plata distinguió este lunes a quienes cumplieron 30 y 50 años en el Derecho. Recibieron diplomas y el aplauso y reconocimiento de sus pares. César Simón Cazakin, con medio siglo de vida entre su estudio y los tribunales, alentó a atender los procesos de cambio. La voz de la experiencia de quienes marcaron el camino y dejan un mensaje para un futuro mejor de la profesión.
En una ceremonia que es ya una tradición en cada celebración del Día del Abogado, se entregaron distinciones a los colegas que cumplieron 50 y 30 años en el ejercicio del Derecho.
Familiares y amigos acompañaron a los homenajeados en esta ceremonia que se desarrolló en el Teatro Colón y que sirvió para que los propios protagonistas destacaran el orgullo que les significa la profesión elegida y desempeñada durante décadas. El acto estuvo amenizado por la participación artística del colega y cantante lírico Guillermo Fertitta.
Se entregaron reconocimientos a los doctores César Simón Cazakin, Leopoldo Díaz Cano, Arturo Letamendía, Norma Dematteis Canosa, María Murgier y Walter Nofal por su medio siglo como abogados. El primero, en nombre de sus pares, acercó un discurso en el que relató historias de sus primeros años en esta actividad y la misión a seguir desde el mismo momento en que se recibía el diploma y el carnet habilitante.
“En algunos tiempos hay más carpetas, en otras menos, pero lo importante es nunca bajar los brazos”, dijo Cazakin al resaltar esa aspiración central de cada profesional: el trabajo.
Cabanzik, que egresó el 28 de agosto de 1961, recordó con orgullo las palabras orientadoras de Camilo Ricci, por entonces presidente del Colegio de Abogados, al tomarle juramento. “Tengo la convicción de haberlo honrado”, aseguró.
A sus colegas y en especial a los más jóvenes les dejó un mensaje frente a los nuevos cambios. Pidió que atiendan la transformación permanente del Derecho: “Si no se va tras esos pasos, se será cada día menos abogado”, dijo.
En similar cuestión puntualizó el doctor Adalberto Carlos Gargaglione, que habló en representación de los abogados que cumplieron 30 años de ejercicio profesional. Habló de nuevos desafíos y cambios de paradigmas. Puso como ejemplo la aparición de nuevas formas de contratación, pero también cambios sociales como la conformación de nuevos tipos de familias derivadas de la cuestión de género, orientación sexual, matrimonio igualitario y padres homosexuales. Otro tanto con la inseguridad y, también, lo que señaló como cierta “preminencia de la justicia mediática por sobre la real“.
Por eso, insistió, la capacitación y perfeccionamiento se vuelven fundamentales. Y aclaró que en tal sentid, todo lo que aporte la ciencia “no será suficiente si se pierde de vista lo esencial: el respeto por las personas que de algún modo se somenten a la justicia, la ética personal y la honestidad intelectual en el ejercicio de la profesión“.