Dr. Fernando Román González

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Dr. Fernando Román González

La burocracia “nos quita el sueño marplatense”

El titular del Colegio de Abogados de Mar del Plata destacó el documento firmado con los jueces y cuestionó las demoras para la puesta en marcha de nuevos juzgados y la Ciudad Judicial. Dijo que este escenario deja expuesto al profesional: “Somos la cara visible de la justicia ante el justiciable”, apuntó.

Al cabo de la reunión con los magistrados y la firma del acuerdo para peticionar a las autoridades superiores mejores condiciones para los servicios de justicia en el distrito, el presidente del Colegio de Abogados de Mar del Plata, Fernando Román González, reconoció que el diagnóstico planteado en el documento firmado este viernes “es viejo y repetido” y dijo que en esas líneas se sintetizan “todos los sinsabores que padecemos quienes acudimos a la justicia, en especial en el fuero laboral”.

El directivo se quéjó por la pronunciada demora en la puesta en marcha de nuevos juzgados, varios de ellos ya constituidos pero sin sede donde funcionar, y también por el lento trámite que lleva el proyecto de la Ciudad Judicial.“Creo que hay burocracia que es sinónimo de incompetencia“, dijo González y reconoció que existe la voluntad política de llevar adelante el emprendimiento pero “la burocracia nos quita este sueño marplatense”.
La descripción del escenario es coincidente entre todos los protagonistas del sector: colapso de edificios judiciales como de sus recursos humanos. Y un alto índice de litigiosidad que hace que día a día el problema se acentúe.
González puso el caso de la justicia de familia, que es altamente litigiosa y  muy complicada. Recordó que hay una ley que unipersonaliza los tribunales, pero no se pone en marcha. “El problema lo debe resolver el órgano competente“, dijo.
También mencionó las dificultades especiales del fuero laboral, que tiene tres juzgados conviviendo en un edificio que ya no tiene margen para recibir más expedientes y un cuarto tribunal que está designado pero sin lugar físico dónde funcionar.
Explicó que jueces y empleados judiciales sufren estas condiciones, pero a la par de ellos los profesionales. “Nosotros somos la cara de la justicia ante la gente”, indicó sobre la responsabilidad que asumen ante los clientes.
En cuanto a la Ciudad Judicial, recordó que el Congreso de la Nación la aprobó la ley 26673 por unanimidad,  tiene el aval del Ministerio de Economía de la Nación que logró el trámite de financiación internacional BID.  En la actualidad solo falta la difusión del concurso de ideas por la SCBA, para que una vez resuelto el proyecto urbanístico y arquitectónico ganador, se ejecuten las partidas presupuestarias provinciales y el mencionado crédito para que avance la construcción.
Aclaró que este documento firmado con los magistrados de los fueros involucrados es un paso más entre tantas gestiones para mejorar las condiciones de servicio de estos tribunales, dado que mientras sigue el lento proceso de cristalización de la ciudad judicial el diagnóstico se está agravando.  Lo sufren los empleados del Poder Judicial, lo padecen los jueces, los abogados –concluye-  también porque somos quienes damos la cara ante los justiciables.

 

 

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La burocracia “nos quita el sueño marplatense”

El titular del Colegio de Abogados de Mar del Plata destacó el documento firmado con los jueces y cuestionó las demoras para la puesta en marcha de nuevos juzgados y la Ciudad Judicial. Dijo que este escenario deja expuesto al profesional: “Somos la cara visible de la justicia ante el justiciable”, apuntó.

Al cabo de la reunión con los magistrados y la firma del acuerdo para peticionar a las autoridades superiores mejores condiciones para los servicios de justicia en el distrito, el presidente del Colegio de Abogados de Mar del Plata, Fernando Román González, reconoció que el diagnóstico planteado en el documento firmado este viernes “es viejo y repetido” y dijo que en esas líneas se sintetizan “todos los sinsabores que padecemos quienes acudimos a la justicia, en especial en el fuero laboral”.

El directivo se quéjó por la pronunciada demora en la puesta en marcha de nuevos juzgados, varios de ellos ya constituidos pero sin sede donde funcionar, y también por el lento trámite que lleva el proyecto de la Ciudad Judicial.“Creo que hay burocracia que es sinónimo de incompetencia“, dijo González y reconoció que existe la voluntad política de llevar adelante el emprendimiento pero “la burocracia nos quita este sueño marplatense”.
La descripción del escenario es coincidente entre todos los protagonistas del sector: colapso de edificios judiciales como de sus recursos humanos. Y un alto índice de litigiosidad que hace que día a día el problema se acentúe.
González puso el caso de la justicia de familia, que es altamente litigiosa y  muy complicada. Recordó que hay una ley que unipersonaliza los tribunales, pero no se pone en marcha. “El problema lo debe resolver el órgano competente“, dijo.
También mencionó las dificultades especiales del fuero laboral, que tiene tres juzgados conviviendo en un edificio que ya no tiene margen para recibir más expedientes y un cuarto tribunal que está designado pero sin lugar físico dónde funcionar.
Explicó que jueces y empleados judiciales sufren estas condiciones, pero a la par de ellos los profesionales. “Nosotros somos la cara de la justicia ante la gente”, indicó sobre la responsabilidad que asumen ante los clientes.
En cuanto a la Ciudad Judicial, recordó que el Congreso de la Nación la aprobó la ley 26673 por unanimidad,  tiene el aval del Ministerio de Economía de la Nación que logró el trámite de financiación internacional BID.  En la actualidad solo falta la difusión del concurso de ideas por la SCBA, para que una vez resuelto el proyecto urbanístico y arquitectónico ganador, se ejecuten las partidas presupuestarias provinciales y el mencionado crédito para que avance la construcción.
Aclaró que este documento firmado con los magistrados de los fueros involucrados es un paso más entre tantas gestiones para mejorar las condiciones de servicio de estos tribunales, dado que mientras sigue el lento proceso de cristalización de la ciudad judicial el diagnóstico se está agravando.  Lo sufren los empleados del Poder Judicial, lo padecen los jueces, los abogados –concluye-  también porque somos quienes damos la cara ante los justiciables.