La mediación para reinventar la profesión y ampliar la cartera de servicios del abogado

Porwebmaster

La mediación para reinventar la profesión y ampliar la cartera de servicios del abogado

El  Director del Proyecto de Implementación de la Mediación Obligatoria en la Provincia de Buenos Aires contratado por el Colegio de Abogados de la Provincia de Buenos Aires y CIJUSO Doctor Raúl Calvo Soler destacó las bondades de este mecanismo para resolver conflictos en el campo del Derecho y para abrir nuevos horizontes para los profesionales. Cuestiona la formación académica que se abraza al proceso judicial. Asegura que con la capacitación en mediación surgirá una nueva casta de abogados que sabrá “negociar cuando hay que negociar y litigar cuando hay que litigar”. Plantea beneficios a corto plazo desde lo económico y más respuestas al cliente.

“En términos de litigio, la capacidad de expansión del abogado ha tocado techo”, advierte. “Es la excusa perfecta para repensar al abogado frente a la sociedad”, alienta. “Vamos a ver surgir una casta distinta de abogados que sabe negociar cuando hay que negociar y sabe litigar cuando hay que litigar“, insiste el doctor Raúl Calvo Soler, que visualiza en el mecanismo de mediación una posibilidad para ampliar la cartera de servicios del profesional del Derecho y, al mismo tiempo, una alternativa para que la sociedad encuentre resolución a los conflictos.
“La mediación es la excusa perfecta para reinventarnos, vendernos y capacitarnos“, sostuvo el especialista que coordina el Instituto de Previsión, Administración y Resolución de Conflictos – Comisión de Mediación del Colegio de Abogados de Mar del Plata. En la institución ya se formaron como mediadores unos 130 colegas.

 

Más de un centenar de asistentes tuvo esta disertación en la que el especialista español resaltó no solo las ventajas de este mecanismo para descomprimir el proceso judicial sino que hizo aún más hincapié en las gran oportunidad que la mediación representa para el crecimiento y desarrollo profesional.

“La respuesta más tradicional -explicó- es que la mediación favorece la desaparición de lo que en España llamamos justicia impura, que son casos que bloquean el sistema y que no siempre son resueltos por el proceso”. Destacó también que los propios jueces saben que determinados casos no se resolverán con su sentencia.

Comparó la derivación de todo caso al proceso judicial con el funcionamiento de un médico de guardia en un hospital que deriva a todos los pacientes a cirugía, sea cual sea su cuadro clínico. “Aquí hay cosas que deben ir a parar a un lado y otras a otro”, remarcó. Entonces explicó que la mediación asoma como una manera diferente de resolver el conflicto pero siempre dentro de la ejida del Derecho.

Ahora, en este escenario, se abre el desafío para los letrados. Calvo Soler sostiene que el sistema requiere abogados que sean profesionales del Derecho y no del proceso judicial”. “Necesitamos revistar a un abogado para que ahora sea capaz de defender los intereses de su cliente en un litigio, pero también lo sea para desenvolverse dentro de un proceso distinto como es el de la mediación”, afirmó.

Con la mediación como parte del Derecho, plantea que el profesional deberá ser capaz de modificar horizontes y desarrollar su actividad más allá del campo del litigio. “Esto, creo, es una excusa perfecta para ver a un abogado distinto“, dijo el especialista y puso a prueba a los profesionales: “En el litigio ya sabemos cómo somos, ahora la clave es ver cómo somos en el ámbito de la mediación“, resaltó.

Durante su disertación, Calvo Soler dejó en claro que la mediación es la excusa perfecta para repensar al abogado frente a la sociedad. Si bien admite que el profesional no se vuelca fácil a este mecanismo, lo relaciona con un déficit que tiene la formación académica. “Tenemos facultades que no son de Derecho, sino de proceso judicial“, cuestionó.

A su criterio, es muy difícil pensar que el único objetivo del abogado como profesional es litigar. Ahora, dijo, se abre la posibilidad de redefinir el trabajo profesional. “La mediación nos da la excusa perfecta para decirle a la sociedad que nosotros sabemos hacer muchas más cosas que litigar“, y para ello consideró fundamental la capacitación. . Dijo que el gran éxito y la gran excusa que implica la mediación es que el profesional sea “algo más que alguien que la respuesta que da a su cliente es el litigio”.

Beneficio a corto plazo

Admite también que la mediación como negocio y rentabilidad también genera dudas. Pero cree que tiene que ver con un patrón entre los abogados: “Llegaron a la profesión porque no les gustan las matemáticas y no saben hacer números“, plantea y sonríe. Considera que el mecanismo tiene un buen punto de partida desde no económico. “No van a estar peor”, asegura. Y garantiza que cambiarán mayores beneficio a mediano y largo plazo por resultados más pequeño pero a corto plazo. “En términos de empresa privada, es una relación fundamental para que se la considere eficiente y eficaz“, indicó.

Pero aún más importante consideró el crecimiento que tendrá un estudio que pueda trabajar simultáneamente y con misma profesionalidad el proceso judicial y la mediación. Dice que así se amplía el núcleo de negocios y posibilidades de rentabilidad”.

También asegura que la mediación permite ampliar la cartera de servicios a sus clientes. Sostiene que quien maneja litigio y mediación puede ampliar sus prestaciones. “Es la excusa perfecta para reinventarnos, para vendernos y capacitarnos y el lugar perfecto para ampliar la cartera de servicios”, afirmó Calvo Soler.

Por otra parte, está convencido que en términos de litigio, la capacidad de expansión del abogado ha tocado techo. “Ya no podemos ganar más mercado y de hecho, perdemos parte de él“, aseguró. Y dijo que esto va a ocurrir mientras sólo se ofrezca el litigio como prestación.
A partir de su experiencia en la materia, Calvo Soler afirma que el sistema social saldrá aventajado con mecanismos diferentes para resolver conflictos. “La mediación permite que crezcan abogado y cliente”, aseguró. Siempre con capacitación de por medio, considera que con el mecanismo de mediación en marcha se verá surgir una casta distinta de abogados que sabe negociar cuando hay que negociar y sabe litigar cuando hay que litigar. “Queremos que manejen esta doble faceta y favorecerá no solo al profesional sino a la sociedad en su conjunto“, concluyó.

 

 



CV: El doctor Raúl Calvo Soler es licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de Barcelona. Doctor en Ciencias Jurídicas y Sociales por la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, profesor titular en la Universidad de Girona y consultor de la Universidad Oberta de Catalunya. Entre otras funciones y cargos, ha impartido cursos de master o especialización en universidades de España y Argentina, es investigador de proyectos del Ministerio de Ecuación y Ciencia de Generalitat de Cataluña y la Unión Europea, co director y miembro investigador del Instituto de Resolución de Conflictos de la Universidad de Castilla – La Mancha. Ha trabajado como operador de conflictos par empresas privadas e instituciones públicas de España, Argentina, Colombia, Brasil y Bolivia. Es director de la Colegiación del Proyecto de Implementación de la Mediación Obligatoria en la Provincia de Buenos Aires.

 

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El  Director del Proyecto de Implementación de la Mediación Obligatoria en la Provincia de Buenos Aires contratado por el Colegio de Abogados de la Provincia de Buenos Aires y CIJUSO Doctor Raúl Calvo Soler destacó las bondades de este mecanismo para resolver conflictos en el campo del Derecho y para abrir nuevos horizontes para los profesionales. Cuestiona la formación académica que se abraza al proceso judicial. Asegura que con la capacitación en mediación surgirá una nueva casta de abogados que sabrá “negociar cuando hay que negociar y litigar cuando hay que litigar”. Plantea beneficios a corto plazo desde lo económico y más respuestas al cliente.

“En términos de litigio, la capacidad de expansión del abogado ha tocado techo”, advierte. “Es la excusa perfecta para repensar al abogado frente a la sociedad”, alienta. “Vamos a ver surgir una casta distinta de abogados que sabe negociar cuando hay que negociar y sabe litigar cuando hay que litigar“, insiste el doctor Raúl Calvo Soler, que visualiza en el mecanismo de mediación una posibilidad para ampliar la cartera de servicios del profesional del Derecho y, al mismo tiempo, una alternativa para que la sociedad encuentre resolución a los conflictos.
“La mediación es la excusa perfecta para reinventarnos, vendernos y capacitarnos“, sostuvo el especialista que coordina el Instituto de Previsión, Administración y Resolución de Conflictos – Comisión de Mediación del Colegio de Abogados de Mar del Plata. En la institución ya se formaron como mediadores unos 130 colegas.

 

Más de un centenar de asistentes tuvo esta disertación en la que el especialista español resaltó no solo las ventajas de este mecanismo para descomprimir el proceso judicial sino que hizo aún más hincapié en las gran oportunidad que la mediación representa para el crecimiento y desarrollo profesional.

“La respuesta más tradicional -explicó- es que la mediación favorece la desaparición de lo que en España llamamos justicia impura, que son casos que bloquean el sistema y que no siempre son resueltos por el proceso”. Destacó también que los propios jueces saben que determinados casos no se resolverán con su sentencia.

Comparó la derivación de todo caso al proceso judicial con el funcionamiento de un médico de guardia en un hospital que deriva a todos los pacientes a cirugía, sea cual sea su cuadro clínico. “Aquí hay cosas que deben ir a parar a un lado y otras a otro”, remarcó. Entonces explicó que la mediación asoma como una manera diferente de resolver el conflicto pero siempre dentro de la ejida del Derecho.

Ahora, en este escenario, se abre el desafío para los letrados. Calvo Soler sostiene que el sistema requiere abogados que sean profesionales del Derecho y no del proceso judicial”. “Necesitamos revistar a un abogado para que ahora sea capaz de defender los intereses de su cliente en un litigio, pero también lo sea para desenvolverse dentro de un proceso distinto como es el de la mediación”, afirmó.

Con la mediación como parte del Derecho, plantea que el profesional deberá ser capaz de modificar horizontes y desarrollar su actividad más allá del campo del litigio. “Esto, creo, es una excusa perfecta para ver a un abogado distinto“, dijo el especialista y puso a prueba a los profesionales: “En el litigio ya sabemos cómo somos, ahora la clave es ver cómo somos en el ámbito de la mediación“, resaltó.

Durante su disertación, Calvo Soler dejó en claro que la mediación es la excusa perfecta para repensar al abogado frente a la sociedad. Si bien admite que el profesional no se vuelca fácil a este mecanismo, lo relaciona con un déficit que tiene la formación académica. “Tenemos facultades que no son de Derecho, sino de proceso judicial“, cuestionó.

A su criterio, es muy difícil pensar que el único objetivo del abogado como profesional es litigar. Ahora, dijo, se abre la posibilidad de redefinir el trabajo profesional. “La mediación nos da la excusa perfecta para decirle a la sociedad que nosotros sabemos hacer muchas más cosas que litigar“, y para ello consideró fundamental la capacitación. . Dijo que el gran éxito y la gran excusa que implica la mediación es que el profesional sea “algo más que alguien que la respuesta que da a su cliente es el litigio”.

Beneficio a corto plazo

Admite también que la mediación como negocio y rentabilidad también genera dudas. Pero cree que tiene que ver con un patrón entre los abogados: “Llegaron a la profesión porque no les gustan las matemáticas y no saben hacer números“, plantea y sonríe. Considera que el mecanismo tiene un buen punto de partida desde no económico. “No van a estar peor”, asegura. Y garantiza que cambiarán mayores beneficio a mediano y largo plazo por resultados más pequeño pero a corto plazo. “En términos de empresa privada, es una relación fundamental para que se la considere eficiente y eficaz“, indicó.

Pero aún más importante consideró el crecimiento que tendrá un estudio que pueda trabajar simultáneamente y con misma profesionalidad el proceso judicial y la mediación. Dice que así se amplía el núcleo de negocios y posibilidades de rentabilidad”.

También asegura que la mediación permite ampliar la cartera de servicios a sus clientes. Sostiene que quien maneja litigio y mediación puede ampliar sus prestaciones. “Es la excusa perfecta para reinventarnos, para vendernos y capacitarnos y el lugar perfecto para ampliar la cartera de servicios”, afirmó Calvo Soler.

Por otra parte, está convencido que en términos de litigio, la capacidad de expansión del abogado ha tocado techo. “Ya no podemos ganar más mercado y de hecho, perdemos parte de él“, aseguró. Y dijo que esto va a ocurrir mientras sólo se ofrezca el litigio como prestación.
A partir de su experiencia en la materia, Calvo Soler afirma que el sistema social saldrá aventajado con mecanismos diferentes para resolver conflictos. “La mediación permite que crezcan abogado y cliente”, aseguró. Siempre con capacitación de por medio, considera que con el mecanismo de mediación en marcha se verá surgir una casta distinta de abogados que sabe negociar cuando hay que negociar y sabe litigar cuando hay que litigar. “Queremos que manejen esta doble faceta y favorecerá no solo al profesional sino a la sociedad en su conjunto“, concluyó.

 

 



CV: El doctor Raúl Calvo Soler es licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de Barcelona. Doctor en Ciencias Jurídicas y Sociales por la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, profesor titular en la Universidad de Girona y consultor de la Universidad Oberta de Catalunya. Entre otras funciones y cargos, ha impartido cursos de master o especialización en universidades de España y Argentina, es investigador de proyectos del Ministerio de Ecuación y Ciencia de Generalitat de Cataluña y la Unión Europea, co director y miembro investigador del Instituto de Resolución de Conflictos de la Universidad de Castilla – La Mancha. Ha trabajado como operador de conflictos par empresas privadas e instituciones públicas de España, Argentina, Colombia, Brasil y Bolivia. Es director de la Colegiación del Proyecto de Implementación de la Mediación Obligatoria en la Provincia de Buenos Aires.